Toma nota por favor carlota gracias y hasta luego por supuesto

Esto es una cadena azul haría que se pegan unos tras otros y se me revuelve la cabeza de yetas de divisas yo tras de tu pie similares punto regresar la lengua como ese delirio extraño que sale la mente porque al final de todo estamos en la carretera vamos caminando por ella estamos absorbido press the ps árbol gigantesco que tiene nombre agencia de carro tomó 3 redundancia una palabra por demás está de lujo. Quería decir que vivía en ese mundo en donde la mente se le había vuelto jettas isurus tidad y también Ibizas. No venimos columpiando por entremares que saben a miércoles con forma de domingos mañanas infinitas perdidos el escritorio de oficina que parece un laberinto nos convertimos renacuajos aspirantes a pulpos mezclados aspirantes oficinistas encorbatados esta carta escrita a un lado de un abanico animal potente que respira como un péndulo gigantesco no la protesta que jamás como dijo juaquín sabina porque ella es decir lo más minúsculo y lo más profundo el crear repetirlo miles de veces la misma frase que se le había vuelto la mente revuelo de clásico 2014 de toyotas civics de ondas de cerebro lets ibella en la cara de la niña rubia un par de ojos marca ford que olían asientos nuevos chiquillo un pezón r100 pulidos engrasado x perdió la mira en algún punto entre las 3 y las 4 de la tarde y nunca la pude volver a encontrar quiso jugar al jumanji una vez más y se dio cuenta que acaba de perder pero que entre otras cosas desierto infinito de terrenos baldíos con montañas que parecían castillo sacado de la novela de tolkien había ganado el arte de perder el universo donde no caben dos puntos las comas ni los puntos y comas todo se hace sonido habladuría lengua lenguaje literal lengua ría y esos estúpidos curso de inducción matutinos que no podía soportar más intentaba ocultar sus ojos y sus oídos bajo un eslogan deslumbrante pero lo que tenía debajo era la locura la locura dulce sabor de azúcar icolor manicomio con esos aromas estruendosos de la casa de la risa