Sin tantas explicaciones, lindura.

No puedo cambiar todas las cosas que hay en este blog para ti -pensamos que somos inmortales y andamos por el mundo sin pensar, sin dar explicaciones-
Son cosas que escribí en el pasado y que de alguna forma son también nosotros mismos. Recuerdo el brillo de tus ojos en la calle montaña de donde salias los sábados por la noche. Las calles donde caminabamos juntos. Los parques, las fotos y sobre todo los abrazos. No puedo retorcer mas las historias de mi pasado mas de lo que ya están, lindura.