Reptan.

Las profesiones se hacen paso unas a otras despiadadamente. Son como cangrejos alienígenas que lucharán por subirse a la nave. Tienen sus vericuetos y mañas: exigen toda la atención posible y son como novias íntimamente celosas. En ellas no existe cabida la orgía ni el poliamor: se encaprichan por ser ellas mismas la única: La Única. Ella. La Primera. Y en este afán, de exclusividad mental y emocional, no dan cabida al otro. Son como tigres enjaulados esperando salir y reclamar su territorio. Son capaces de cualquier cosa por tener La Luz. El Tiempo. Mi Tiempo. Una letra, otra imagen y maquina, otra manos y juegos, otra comida y olores, otra escucha y símbolo. Reptan. Reptan. Reptan.