Estoy en todos lados. Resbalando. Caminado -liquido, pupúreo, inmune- en lagos con formas de Starbucks sin final (espina dorsal, medula) Estoy luminoso y oscuro; renaciendo en ciclos y ciclos plateados y acuosos. Tengo las venas llenas de una cosa virtual inentendible, inexplicable, intrincadamente fosforescente. Soy azul. Soy verde y tengo ganas de estrellar la cabeza contra la primer pared que me tope enfrente.


Tengo ojos en la espalda y sigo pasando por todos lados. Estoy en todos lados. Soy todos lados (en dolor en la espalda) Permaneciendo arrastrado -nocturno, con el corazón hecho una luna gigante y menguada- y con estrellas de whiskey bajo la piel (tu cama) Quiero rebotar por todas las calles de la avenida y mirarte a los ojos, levantar la pistola, besarte, y desmadrarte la cara a jodazos.