blog de relatos de hombres imaginarios con jumanjis, auras matutinas, sueños mal recordados y maromas neuronales.
Eran cuervos silenciosos que se acercaban a la caverna del ruido de los cables de electricidad. Era el sonido de la estática, unos huecos negros, llenos de resonancia, que esperan, esperan siempre. Eran susurros extraños, voces, miradas. Sobre todo miradas.