Janeth era una mujer llena de señales (fullbright, en 3D) Había nacido con una de esas alineaciones carajas de los planetas al estilo Baby Ruth, Virginia Wolf o Eva Perón. Descompuso todas las bolas de cristal que intentaron adivinar su destino y al aire volaba irremediablemente las cartas de tarot de las gitanas que quisieron leer su futuro. Yo se lo dije muchas veces, también; nunca lo creyó. Decía: "No debo culpar-me, ese trago de saliva fría enredaba cínicamente la verdad, me condujo, me entretuvo. Y ya." Le dije incansablemente que no podia amputarse el pasado. Que tenía que recoger todas las señales que se había obstinado en dejar un lado, y re-comenzar a escribirlo todo otra vez, pero unido: unificarse en un personaje increíblemente hermoso, de mil cabezas y de una belleza inaudita: Janeth. Ella.