Entre una hora muerta de las 5 y las 6

Los días se alternan unos con otros entre horas medias y aburridos. Caminamos e intentamos descifrar distintos sentidos, caminos que nos han de llevar, por uno u otro sendero hacía los mismos lugares. Necesitamos deshacernos de la creencia que las cosas algún día han de cambiar. El deseo es el mismo. El hombre, atado y revoltoso, -falto de palabra- llena el hueco con algo (con algo habría de ser). Nos despertamos, tomamos café, partimos, volvemos, regresamos, acudimos tres veces a los mismos tres bares, sonreímos, tenemos esperanza y al final de todo: amamos. ¿Qué es amar?