Tengo un latido idiota en el pecho. Un coágulo enamorado. Algo así como un paso lento y rápido. Estoy caminando por las calles de tu cuadra. Aquellas donde veía amanecer y no amanecer. Y aquellas donde sigues. Y voy caminado y me encuentro frente a tu puerta, con las piernas echas un chicle. Y el corazón bom bom. Y tu ventana ahí, y toda tu ahí.
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.