Falta un minuto para que la madrugada empiece a ser amanecida y presumirse como alba. Y es la misma la que me susurra que utilice ese discurso joven e impreciso. Sól que ya hemos visto muchos discursos así, por ahora.
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.