16.5.24

un bombazo del laboratorio

 una parte de mí, de nosotros, se rompió irremediablemente. he vivivo, y ahora puedo decirlo en voz alta, el dolor de una manera que nunca imaginé. aún con todo, y sobre todo, el navegar por el día y el río misterioso que lo espera a uno en cada esquina, hace que tenga uno que plantarse como gigante a medio precipicio. estoy, completamente atravezado por mi destino. uno pudiera pensarse tristeza, o ahogado en la melancolía. la verdad, y para ser complementamente honesto, estoy feliz. feliz a tu lado. sin importar (viento y marea de por medio, sangre y genoma) lo que suceda. feliz de pasar el resto de mis días (que van desde el minuto siguiente, o hasta un siglo venidero) contigo, a tu lado. te amo, siempre, cada día de mis minutos son y serán un homenaje a tí. a tu alma inquebrantable, al cántico que le haces a Carlota. al sonido de tu risa cuando te burlas de mí por cualquier tontera. y sí, tenemos que aprender a vivir con lo que se rompió. pero somos más fuertes; puedo decirlo en voz alta mil veces: he vivido el dolor, pero también el amor, y puedo morir en paz, porque se que he amado. 

prólogo o epílogo

el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.