16.12.08

Venga, a la mesa que nos hemos de jugar de mano completa, y que preste mesa y la botella y la música y que esta todo listo. Pero daban las cartas y la mirada de ella es octogenaria y su voz afilada y tierna, pero tiene los modos infantiles y un poco bobos, pero tiene los ojos que latiguean y ponen de rodillas. Pero hasta los mejores ojos se les pone en la tierra, en orbita. Me juego mi mejor carta: ambulancia, urgencias, a insultar doctoresy camilla: examen de sangre con dosis mortal y de quince revolcadas la noche con los huesos hechos pomada; sali pendejo de ahí como por cuatro semanas. La noche que se escurria entre narcocanciones y narcoanéctoas acabó cuando ella quiso (se escribe cuando quiere, a las cuatro de la mañana me levanta, sabrá Dios si por telepatía o por bluetoth a escribirla e inventarla) sacó la última carta y se tomó el ultimo trago, que esas cicatrices no son defecto de manofactura, sino mas bien de distribución y almacenaje, que esta mujer trae muchos voltios adentro y pensó que abriendose las manos la saldría un poco la luz de la vida.

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prólogo o epílogo

el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.