Despierto y siento un hormigueo en el tobillo izquierdo mientras todo esta oscuro y me doy cuenta que no es un hormigueo, es mas bien un cucaracheo y no es solo en el tobillo sino que es en la espalda, y en la espalda baja. Siento el olor enfrascado a basurero como añejado hérmetico de dos noches sin abrir y quiero respirar, cuando escucho un ruido que se aleja y me doy cuenta que fué lo que me ha despertado. Quiero abrir el techo pero tengo la muñeca hinchada, me arde como de color rojo y entonces intento abrir el techo con la otra. Muevo el tobillo desespetado porque el cucaracheo es rejodidamente repugnante, el pie, las manos, la espalda, y entonces eso me da fuerza y le doy un empujón y veo que no se abre pero pongo la cabeza y entonces todo se abre y veo la luz por fin de la mañana clara y veo que estoy metido en un contenedor de basura. Y en eso me quito a una cucaracha de la oreja y me sacudo la cabeza y me brinco del contenedor, y es cuando me doy cuenta que estoy muy mareado, drogado y pendejo. Pero basta hacer una pausa hasta aqui para saber que él, el aparente pordiosero del contenedor se referia concretamente a un estado de intoxiación física inducida de manera flagrante y alevosa, es decir, no como quien va por ahí sin mas ni más haciendo honor a los placeres etilicos y se pone, como se dice ahora actualidad hasta atrás del culo, sino a la mala manera: Ando drogado, ando pendejo, como quien quiere decir: Me han drogado, me han pendejeado. Pero sigamos con la historia del duende del contenedor. Digo, perdón, decia, que me siento pendejo y drogado, me voy de bruces al querer salir y tropiezo con lo resbaloso-verdosos del filo del tambo: madrazo en la espalda, camino tres metros, me agarro la cadera, me doy cuenta de que traigo embarradas las piernas de sabra dios que grasa y me suelto a vomitar asi sin ton ni son en una hemorragia estomacal que se consuma ahí en plena calle. Corte a: quiero un cigarro, huelo a vómito, veo las insignias de las calles y esas letras no las reconozco. ¿Donde estoy?. Y vale decir, reteniendoe nuevamente el hilo de la narración, que nuestro personaje no intenta aquí hacer literatura ni mucho menos su pregunta hace alusión a dotes teatrales o dramaturgos, lo que intenta, en nombre del Gran Hacedor, es conocer su paradero, sin el menor interés en paradas de tinte metáfisico, existencial o psicológico, ya que, sea venido a ver, nuestro habitante del basurero posee de una lucidez ávida y sabe de antemano y sin lugar a dudas que se encuentra ni mas ni menos que en un rechingado basurero, pudiendo placidamente descartar que su interrogante pretenda cubrir hipotesis de esta índole, a lo que se refiere es en concreto es: En donde esta. En que lugar geográfico se encuentra, cuales son son coordenadas. Bruselas, Bélgica. ¿Como puede alguien amanecer de un dia para otro, en chingadas Bruselas, Bélgica?

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