No como crees, si no se le alivia con nada esa rabia trasparente que le inunda los ojos en tonos rojizos y ambarinos, en donde estará metida mi niña, nuestra niña, y hay que decirlo, alguien tiene que contarlo y mas valdria que pudieras (pudieramos) revolver las personas de la primera a la segunda metiéndo reversa por la tercera y acabaramos contando Que no, que nosotros creiste en la luna que nos te amó en las noches de terciopelo cuando te nos estabamos sanos y nos podiamos veías, pero que, retomando el tema, deciamos Que no, que como crees, repetimos, que el delirio tiene tuvo en algún escaparate ávido e impetuoso cabida enagenada y hermética de color rubí. Ahora ella anda con el limbo metido por la piel, y yo me pregunto, que demonios le habitan los ojos, que chamucos tatemados de olor de azufre el tiran por detrás de los ojos y le hacen ver cosas, que titanes inalambricos guiados por tecnólogía bluetooth le embadurnan la razón. Lo peor es cuando se mete la cuchara al hueco entre las piernas y grita como endemoniada, a veces pienso que en mi debilidad se atrona su locura, que en los altibajos de mi alma se entroniza su sinrazón, que sería necesario decir entonces que su agua es mi aceite, que su insania es el complemento de mi corazón entero. Con cara de ojalá te miras y nos espero que tu quiero y pronto se vaya la rabia roja.

Comentarios

  1. pues no te reconozco mucho con la máscara
    ya leere tu blog a ver si por las letras

    saludos

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  2. Uh, me gusta su blog.. y la 'escribición' tipo aventando palabras.

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