Eran dos gatos pero no te acordabas. Zapatos picudos y ropa justa, ajustada al cuerpo. El cielo guacareando ruido, escupiendo ondas en expansión. Das un paso, el derecho y volteas a ver a la izquierda: sigues sin acordarte. Eran dos gatos y dos Eurofighters: a joder los Harrier y los F-5. No querías bajarte y seguir viviendo. El frío del aire descampado. Respirando metal.


Eran dos gatos y no te acordabas. Así te apodaban: el Star Hunter. Todo y eso y más hasta que decidiste subir y perderte en el azul infinito. Aún hoy lo sigo creyendo: cazando una estrella colgada de una esfera de agua. Algo así fue tu vida completa. Vivir suspendido viendo esfera de agua y aire: estratosfera. Querias comer estrellas. Y resulto siendo todo lo contrario y viceversa.


Como cuando nos moviamos tranquilamente: airsupply al estéreo y los Ray-Ban a la cara. Todo era muy distinto entonces, mirabamos como si nos fueramos a venir ahí mismo en la cabina. Las nubes echas una pantalla para perderse. En estática resbalada, en intervención quirúrgica espirituosa. Todo antes de yo pensara en que eran dos gatos y no te acordabas. Antes de verte caminando con las botas picudas, viendo hacia la izquierda en un cielo que escupe cielo. Antes de todo, de verte cazando estrellas, como gato; como gato alaado. Todo era muy distinto entonces.