Se levantaba puntualmente en la penumbra de la manana cocacolera, justo cuando el sol -espumoso y desgastado, pero a la vez, brumoso y nuevo- se filtraba por las nubes como coladera de departamento. Tenia los brazos siempre levantados y no asustaba ni a las mas de las desgraciadas ratas. Ramajes goticos se extendian por el horizonte como una plaga maltrecha de horrores escandalosos. Llevaba dos cuernos postizos, pistola en mano, y una zeta que guardaba para las ocasiones especiales. Por ezo, decia entre dientes, me guzta atacar de noche...
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.