Que cada noche sea noche de bodas. Y agarrarnos de la última luna de hielo del último vodka-tonic blue blue night, en la recta final de la última canción de la noche. Sentir la mirada del último cliente del bar; estos son los últimos pasos, los últimos. No hay tiempo para nada. Agarrarnos con fuerza, de la última luna de hielo, de un vaso perdido en el último balcón. Y que cada noche, sea noche de bodas: del último bodka de la última voda. Cuando despertemos, habremos sido la última linea de la canción final, y estaremos siendo (alcohol) la primera. La primera palabra.