 No es el tiempo. Simplemente no hay destino. Estoy tan lejos. Mira: es un paisaje desolador sin ti. ¿El que me espera? Quiero irme a casa, ahora. No quiero estar tan solo. Tan lejos de todo. Tan sin nada. Tan sin letras. Por favor, déjame regresar.
No es el tiempo. Simplemente no hay destino. Estoy tan lejos. Mira: es un paisaje desolador sin ti. ¿El que me espera? Quiero irme a casa, ahora. No quiero estar tan solo. Tan lejos de todo. Tan sin nada. Tan sin letras. Por favor, déjame regresar.
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.