Hundir en el fondo el cuchillo metálico. Chuparle los ojos. Esos que habían leído delirio. Esos en donde se terminaban los sueños. Sería muy pronto. Sin lugar a dudas sería pronto. Era cuestión que el cigarro se le terminara (en un afán interminable de consumirse a sí mismo) durante los próximos dos minutos. Y entonces lo haría: hundir en el fondo el cuchillo metálico. Chuparle los ojos. Esos que decían delete: delirio: diseño. ¿Dónde estaban? ¿Y porqué carajos todo venía, de un tiempo para acá, en signos de interrogación?
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.