Y andamos por la vida mirando nuestros sueños en ojos ajenos, pensando en que tenemos que ser valientes, porque eso que buscamos está en algún lugar. Desde hace tiempo, que los escritos tienen algo más de razón que creatividad y como si esto madurara a una velocidad que no me gustara. Andamos por la vida cogiendo con no sabemos quién, y cayéndonos en ojos extraños, aplacados en brazos que nunca son nuestros, y siempre tan del diablo (en donde se escribirán, dos versos al amanecer, que parecieran haber sido escritos por el diablo)