Encontramos, al fin, todo lo que buscamos. Porque nadie me ha hecho escribir esas palabras. No puedo describir nada. Son tus ojos, indecifrables, místicos, hermosos; como puertos nuevos llenos de luz en donde por fin estás. Y estoy dejando de callar que te amo. Siempre tu. Y es como si hubiera guardado tu recuerdo en un baúl hondísimo. Intacto. Eres el único recuerdo que nunca quise recordar, porque, recordarte hubiera sido un agravio ante el pensarte. Y hoy, que te pienso, y pienso tanto en ti, quiero estar contigo. Este blog, tiene el tiempo de tu ausencia (no: de mi ausencia) tu nunca te fuiste. Y hoy, que llegas nuevamente, no sabe como escribirte.