Es un defecto congénito. ¿Nacer con una planta carnívora en el cerebro capaz de destruirte los días? ¿Un reloj mal ajustado y que anda dando brincos como un conejo en forma de gato? Es la mejoría. Irnos a perder a un tugurio nocturno para amanecer siendo nada. Siendo nada y tan tuyos. Porque eres mi descanso, en donde no necesito, mas que ser yo mismo. Y descansar.