No había historia delante: nosotros eramos la historia y con cada página que dabamos al libro, veiamos el instante pasado o el mismo instante que viviamos. De una cosa podíamos estar seguros, y era que el tiempo se nos estaba terminando. A diferencia de las historias sin fin, we were running out of neurons. No podiamos planear, pensar, contar el tiempo. Eramos segundos deshaciéndonos; horas en forma de reptiles.