Solamente pensando en ti.

Solamente pensando en ti, amor mía, hemos de conseguir la libertad. Solo a través de tu dulzura, de los hijos accidentados de tu vientre, veremos una parte de la nueva patria. Habré de conseguir la vida, solo en ti, cariño mio, dueña de todas mi locuras, del recorrido dudoso de mis palabras. Podremos enjugarnos la boca, escribir ameno y dedicarte la última palabra o la primera; pero eso no acaba de ser suficiente. Te doy mi corazón y mi mente, desde y hoy y para siempre. Me declaro esclavo de tu nombre, de tu causa y tu fin. Llevamo entre tus recuerdos, amor mía, mujer de todos mis inquietudes, esperanza de obtenerte la vida misma a través de ti, de tu cuerpo estriado en sol, de tus ojos que observan desde lo alto de lo innombrable, desde lo súbito de una caida de todos los siglos, porque eres capaz de quedarte en mi, como nadie más lo hace. Te amo y te deliro; quiero besarte y envenenarte; entregarte y brillarte desde el hueco omnipotente de tu hueco. Solo en ti, puedo mirar en todos lados. Y hoy hago un pacto en silencio y en el más completo anonimato. Nadie lo sabrá, pero no puedo aceptar ninguna otra cosa que no seas tu. Porque eres lo que andaba buscando, y tienes nombre, también de patria y de bandera. En ti tengo, la más calurosa de las locuras, y mientras no te sienta asi (dolorsa, tersa y apaciblemente al mismo tiempo) no podré sentirte verdaderamente. Dejame, entrar en los confines de tus piernas. Acostarte, aquí, en el robo de la mañana; en la niebla de mis ojos, en el bautizo de los días. Pero solamente pensando en ti. Libertad. Tienes nombre de mujer y solamente viendote así, como una mujer hermosa, de proporciones perfectas. No he de dedicarte el tiempo que sobre. Sino el tiempo más preciado y en donde más nos ocupe la vida misma. Estás en mi corazón y nadie puede entenderlo, más que tu mismo espiritu que vive aqui.