Texax Man

Disparé. El cielo era una cascada interminable de chicle color rosa. Igual que los zapatos del barman: unas botas picudas, picudísimas ancladas a la ventana por donde entra una música ligera y en donde no se puede dar el corazón: iremos donde quieran esas botas y apostaremos por el Rock & Roll.  Disparé. Lo último que vi fueron las botas picudas, picudísimas entrando cachondamente por la puerta del Texas. Así le decían: el Texas.  Jul|