La mañana empecinada cayendose a pedazos, veo la montañita curiosa que forma el polvo blanco que esta sobre la mesa. Me dijo, chaval, la vida no es valle de lagrimas, pero yo no puedo controlar estas ganas de envenenarme. Me medio sonrio del lado derecho, así como vi en una pelicula que sonrie de medio lado un preso cuando lo internaron en el cherry, bailando de costado. Pienso en mi México, mi mexico perdido de lucha libre, mi méxico balaceado, mi méxico de calendarios aztecas, de el tri de mi corazón, México de mariachis y costumbres afrancesadas -quie nunca terminan de ser ni francesas ni nativas, sino mas bien un mestizaje que se va haciendo coloquial-; y México con minúscula y con mayúscula. México de chicharron, de zobaco peludo, de bandoleros con sombrero, de jinetes, de rancheros, y sobre todo, Mi México Lindo del border.

Comentarios