De la literatura que iba a ser una análisis o una nota de análisis, y se convierte en ella misma la propia literatura, y recuerda, de alguna extraña manera, a Junot Díaz:
Un comentario antes de proseguir: las imágenes de esta obra, obedecen, en tamaños y proporciones, a los desplantes sufridos por el dicho escritor en distintas temporadas. El autor se vio tentado en algún punto cronológico de la historia, a ordenar las imágenes y encuadrarlas bajo los mismos tamaños, apareciendo todas con las mismas simétricas dimensiones. También, se vio en la tentación de la explicación: a imagen más grande, impulso irracional-visual-espacial-libidinal más fuerte. No es la intención hacer una teoría de la imagen, la plástica y los efectos visuales como entes creadores del arte, sino más, enfatizar que la dejadez —en aras de una justificación mal elaborada y rayana en lo chocante, ante la prominente incompetencia de su servidor como administrador del blog— es producto (como falsamente lo es) de la victoria ante una tribulación neurótica. Dicho sea en conclusión, si de esto pueda concluirse algo, que las imágenes representan por si solas cierta dimensión con el espacio defensivo y de racionalidad del escribiente: habrá algunas en donde ocupan toda la mente: en otras, ni siquiera tienen cabida.
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.