Cada día es una nueva bendición, jefe.

Cada día que pasa, he aprendido a ser más mediocre en mi trabajo. Hago las cosas con más pretextos cada día y de pero humor. Me quejo de todos y todas, de la falta de material, clima y una pantalla más grande para mi computadora. Tardo más tiempo en hacer mi trabajo. Considerablemente no me importa una mierda lo que los nuevos jefes puedan pensar. Así se han hecho las cosas, y espero me corran pronto. Gracias