mismas fobias, mismas filias, mismas arañas.

La conocí por la fucking epilepsia, nos revolcabamos juntos: No en la misma cama no vaya tan lejos, agarre sus neuronas, no las espuelee; me refiero a que no nos revolcabamos en la misma cama: olores, sudores, Usted sabe como es eso licenciada, sino que lo haciamos en camas separadas, cada quien agarrando a su chamuco-chambelán.

Era un dia de verano, mientras yo me bañaba: el baño y el llanto me daban la sensación de seguridad, de`pureza, de que el aura no atacaría nuevamente en un orgasmo negro revolcadas en el suelo.

Las convulsiones , ¿Oigame, acabo de tener la tercera convulsión esta noche, y usted con que me siente en la silla de ruedas? ¿Esta pendeja?. No tampoco se me asuste, yo se que usted es nueva en la sala de urgencia, y yo, ¿y yo?. Yo no, yo tengo rato visitandolas, merodeandolas.

Me dijieron que el neurologo llegaria pasadas las siete. Me checa los reflejos, me dice muy quedo, Vea la pluma, pero yo traigo una temblorina que parece tarantulina: síndrome de Ibiza, bien tripeado y en eso que llegamos al grado 180 de la vision del ojo, el tío suelta una risita socarrona. Oigame, ¿de que se rie?

Traes una sobredosis de lo lindo muchacho, ¿Que te pusieron, a ver, vamos a ver, que te pusieron? Le digo, entre cismos neuronales, un gramo completo de Fenitoína Sódica, una probadita nada mas de fenobarbital y como la enfermera vió que ibamos por la dieciseisava chiripiorca, se animo y envalentonada me administró un coctelito de lorazepam y diazepam: como verá usted, Señor Neurologo, traigo cargadas las dendritas como arañas extraterrestres. Pero no se ria, deje el juego y digame así con dimes ni diretes, si se me esta defragmentando la personalidad. No es que tenga miedo, pero quiero saberlo, a lo mejor se me esta quiebrando la conciencia. Ah que muchacho, tus reflejos estan bien, no tienes daño en el sistema periferico, al parecer tampoco en el central. Ahorita va a venier el psiquiatria.

A mi me dan tumbos la cama, y le digo a la enferma, ya viene, ya viene, ¿Ya viene quien?, La Crisis, le contestó, Calmadito, ya te pusimos tu medicina, y en eso le digo al Loquero, Oiga doctor, digame asi, sin contemplaciones ni miramientos, si me voy a quedar pendejo para siempre. El Loquero se rié picaramente igual que el Neuras, y me dice, No chaval, tranquilo man.

Pero eso no es lo importante, lo que te queria decir era que la conocí por la fucking epilepsia: escribío un dia, que en la regadera, dejó la toalla, abrió la llave y siento el agua corriendole por el cuerpo, vió la mañana apresurada y entonces Jesus le dió vida, por segunda vez.

Eso fué lo que escribí, y entonces la conoci. Mismas fobias, mismas filias, mañas, artimañas, artilugios, tretas, chapuzas, miedos, cucarachas, arañas, neuronas envenenadas. Y desde entonces doctor, no puedo olvidarla. ¿Que le puedo decir? Si, oiga tenga cuidado con la jeringa, que la enferma anterior me ha puesto Risperidone y nomas de pensar en ese nombre, me dan ñañaras. R-i-s-p-e-r-i-d-o-n-e. Parece un nombre de fantasma. Brrrrrr. Me dan escalofrios nomás de pensarlo. Tiene nombre como de tricerapots.

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