Unos ojos bien largos que, telescopicos, alcancen a ver el azul, el negro y lo brillante. Capaz de encerrar esos momentos raros en donde nos convertimos en extraños personajes: con la posibilidad de cambiar el rumbo de nuestra direccion, pero nunca el destino. Jamas al destino. Quisiera, señor locutor, pedirle que de grata manera nos bride ek calor de una nota desafinada, un look de musico y una revuelta (donde se lee revolucion) encarampada en saxofones y fox strots, sinatras y miles davis. Denos otro año mas para observar la esquina, el ring, la butaca, el escenario, la sala de urgencias.
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.