Los tiempos de la historia, parecen siempre, ser menos poderosos y convincentes que la realidad del presente. Sin importar cuántas veces, los mamíferos freudianos hayan repetidos los mismos errores, hay, sin lugar a dudas, un cierto gen predeterminado a hacerlos repetir siempre las mismas ceremonias. Repiten para sobrevivir. Repiten para vivir. Y de ahí que bailen y festejen bajo el sonido de tambores. De ahí que su realidad no les permita ver el panorama general del hombre a lo largo de la historia. Todo pensamiento, está, sujeto a las leyes de la temporalidad.
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.