El regreso del efecto delete

La verdad siempre he estado mejor consabido para las despedidas que para las celebraciones. Si me dieran elegir, iría gustoso a un funeral que a un cumpleaños. En el fondo, esta condición siempre tiene un nombre que nunca supe bien como se formó. Siempre estuve armando de la mejor manera para decirle adiós a las cosas, que para conocer personas. Se me da. Soy natural. No puedo evitarlo: tengo dentro el Efecto Delete que siempre regresa, como conteo regresivo: como una bomba a punto de explotar.