para los que me conocen, y es que he puesto, un sin fin de llaves y candados en formas de cascadas que se confunden en la entrada, saben bien que tengo un blog y que desde años escribo en él. en éste. quizá no saben el nombre, la entrada, las letras o lo que intento decir. justo hoy, quisiera decir, Carta a Francia. tengo un presentimiento, bastante miedo, las olas del mal golpeando en todos lados y un faro menguante que nunca se alcanza a ver de ningún lugar. para aquellos pocos que me conocen, también saben que se me han ido acabando las fotografías. la cámara se pudrió por dentro (un corazón, podrido de latir) es que no puedo ver a nadie. yo quisiera verte y tenerte, pero no puedo.
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.