tu eres quien inunda el laberinto de mi cabeza en las mañanas. la.silueta de tu cuerpo en la oscuridad cuando me hablabas. todo eso se ha ido ya. lo perdí. y perdí todo como se pierden las cosas más simples y tontas y las más hermosas e importantes. tu eres quien ronda todas las horas de mi día.
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.