Duró una hora casi entera contemplando la llama de la vela. era invisible. Podìa traspasar todos los callejones y las calles sin que alguien lo percibiera. Tardo, quizà tres veces para que alguien lo notara y despues de eso regreso a sí mismo. por eso quizá se encontraba frente a la vela de cera azul en forma de guitarra que le habían regalado hace algunos días. Pero las preguntas no se alcanzaban a responder por completo. Ni siquiera la luz y el calor que se conjuban en la mecha e insinuaban alguna configuración perfecta del universo daba plena contestación. Lo infinito daba una idea de la respuesta, pero siempre quedaba algo en el aire. Algo como "es tu decisión" que nunca quería aceptar. quería que de alguna manera, alguien o algo, le prohibiera hacer las cosas, porque todo eso que vivia dentro de él lo asustaba mucho; deseaba que llegara alguna cosa y le prohibiera hacer tal o cual. Pero la verdad es que nunca llegaba y terminaba haciendo las cosas que queria, si es que el miedo o la verguenza a hacerlas no le ganaba y terminaba no haciendo nada. Nada. Nada como cuando prendio la vela de cera azul y la llamita le robó sin que él se diera cuenta, una hora de su existencia.

Comentarios