El grito que demandaba inmensidad, un quejido perdido en busca de luminosidad. La mirada antigua que busca lo infinito, que le apunta con sniper a Dios, lo amenza y le dice entre murmullo y pensamiento, te estoy viendo hijo de la chingada.
Buscar este blog
blog de relatos de hombres imaginarios con jumanjis, auras matutinas, sueños mal recordados y maromas neuronales.
Comentarios
Publicar un comentario