(un redoble entreparéntesis)

(Un redoble a los parpados)Farullas, entrevoces cortadas, voces entrecortadas, delirios verdes hilarantes, canciones husmenates. La musica horripilante apuntalando la cordura como lancero mediovalesco. El tren empujando al tren al punto del abismo sin dejarno nunca caer: la razon, en una pendiente de trampolin. Un remolino presuroso de rapidos compases que lo va amasando todo en desorden. Estres. El tango. Sonambulismo animal. Pupilas nicotinizadas, cafeinizadas. Las percusiones y la mirada. La mirada de jocker con sonrisa de diablo encatrinado y con relampidas cabezas. con relumidas canas, con animatilos nitilos y froiledas mamporeas. LA ascencion. La revolucion de cirquenses acordes. Los acordes ante todo señorita mia, recuerde siempre los acordes señorita Cristina. Cristina Barajas, no fue la bruja envurruguiente que es ahora, es este pozole de fetidos jugos y de caldos verdes. Hermetico. Fue hermetico el dia de esa Confesion. Confesion con tango de delirio. De desazon delirica. Antepelurica. De perro andaluz. De inobleza. De mano enrevesada, de saludo tropical. De calma que va llegando, de puñeta mental. triptico, aerodico. No no no no no, señorita Barajas (con tono colombiano y exagerado o exarcebado) no se meta esa cuchara entre las piernas. Es buenos aires servidos en cuchara que se come junto al hacker que se sienta por las noches a fumarse su cigarro y a engordar como marrano. El trip, es el fucking trip. No no no no, que no lo dejo plantado señorita Cristina, Cristy, Cristita reina. Me esta oyendo cinica infeliz? Agarre el paso como todas, ultima vez que le dijo. Agarre el pesa. NO, la cuchara no. Entre las piernas no. Entienda. Sabe o tiene idea de la gravedad del cargo que se le imputa? -se dirigio la magistrado casi con furia. Tiene usted, la mas minima pizca de idea de que los cargos por los cuales se le esta demandando? -agrego con gravedad a la presenta. Es todo su señoria. Pero yo, señorota, le dije que dejara ese cuchillo ahi si se iba a poner asi. Pero entonces empezo a contarme la misma cantaleta del redoble a los parpados, que le entran las farullas de dioses escondidos del mar, de himnos olvidados vueltos a cantar por voces entrecortadas que vienen de otros lugares.Entonces tomo del closet la sonrisa demencial que tenia entre las piernas, Entre las piernas Cristinita de mi alma morena y cubana. Que venga la musica.

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