Ella es Barbara. Mi amiga. Cuando nació, su mama le queria poner otro nombre, uno bien raro, no me acuerdo cual, Paloma, Guillermina o Justina, pero justo al momento en que la enfermera vió la cabeza del bebé y su madre dió a luz, la niña se puso el nombre ella sola: Se llama Barbara; me llamo Barbara.
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.