23.1.10


Nunca he sabido muy bien si tengo la razón. La cosa es que la bahía de Bazaldúa estaba repleta de zombies hambrientos, cabronsísimos y babeantes. Igual que todas mi jodidas relaciones, por mas que intento darle vueltas, una y otra vez para determinar el motivo por el que fracasaron, me veo invadido por una nubarron de brazos descarnados, colmillos y chorros de sangre.
Total, te decia que el cielo era de una azul de fuego enfrascadìsimo y la arena una camiseta de azafrán impoluto. El más alto de ellos, estaba tirando una gran mordida a una gigantesca criatura proveniente del mar. Olía putrefacto. Apostaría que era una ballena. Cargé la Colt .45. Reload. Trac. Tracsk. Troahhjajrc. Le troné la cabeza a uno de ellos de un disparo.
Primero, la mayoria de las veces, empiezan bien. Luego con el paso del tiempo se van complicando y es ahi donde nunca puedo saber si tengo la razón. Me caga. Hay un aroma como de pólvora y azucar en el viento.
En fin. Vi el letrero demasiado tarde.

prólogo o epílogo

el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.