26.1.10


Subió y bajó con la misma velocidad inexplicable, como una mazacote de alquitrán. Era fuerte, fortísimo. De su cascarón emanaban toda clase de criaturas: detectives, policias & ladrones, tarántulas & bullets, russos y sinaloenses. El cielo -un sampleo de DJ desenfrenado- era de pronto un redbull. Todos respirando la nieve cálida del verso libre. Así nos cayó de pronto, como una caja de cigarros.

prólogo o epílogo

el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.