Aunque podamos, no podemos sostener esa gloría incomparable al orgasmo, un instante más entre las manos. Solamente pensando en lograr el infinito y lo eterno podremos aspirar siquiera a ser almas atormentadas, inclinadas por ímpetus de/hacia el arte. ¿Cómo comenzar algo con la plena certeza de su fracaso? Y sin embargo, existen pisos en la sociedad humano, que abogan por el engrandecimiento desde lo bajo: pues mienten todos ellos. La perfección, solo se logra, mirando hacía el infinito, desafiando lo eterno y creyendo que lo que se hace será y es la gran obra inmortal de todos los tiempos. ¿Qué hijos tendrá nuestra literatura, plagada de éxtasis pasajeros y tormentas huecas? Necesitamos ser tocados por el cielo; necesitamos ser tocados por el cielo. Necesitamos ser tocados por el cielo para poder contagiar al mundo entero de ese pedazo de atemporalidad. Pegarnos como una lastra inevitable a los clásicos de todas las eras. Ser un representante de la humanidad ante las almas del universo. Ser un óvalo; una luz, un norte para los que vengan. Escribir con la esperanza de iluminación. Escribir con la infinita esperanza de la iluminación. Escribir con la gloriosa e infinita esperanza de la iluminación. ¿Se puede escribir de otra cosa distinta? El amor. La vida. La muerte. No hay nada debajo de ellos. Phil pensaba precisamente en morir. En dejar el mundo plagado de cosas incomprensibles. Tomó un vaso de agua. Se sintió ligero y rápido. Listo para arrancar hacia cualquier parte del planeta. Tocó....