Estamos en el balcón. El cielo es casi noche. En otras palabras: por favor, se verdad. Hay un aire nuevo. Un algo azul indefinido que se va colando por todas las entradas (¿las ventajas de tus ojos?) y todas las teclas del teclado no tienen sentido. Y todas las teclas tienen tu nombre. Eres mi delete. Mi efecto delete. Mi art ilustration. Y estamos, bailando estupidamente en esa azotea, como si no existiera mañana. Y es que no lo existe. Contigo nunca existe ese mañana.