Mientras que en Mr. Kafe (Relatos de hombres imaginarios, con fukús, maldiciones y jumanjis) se expresa la electricidad y el aplomo que pueda transmitir la combinación de palabras unidas casi sin sentido, Mr. Thinking (Señalamientos psicológicos sobre alienígenas, infecciones de virus mentales y otras cosas útiles) intenta desentrañar los misterios que representa -como una afrenta, donde el sujeto es, de alguna manera, multidireccional y estático- la vida cotidiana. Uno se juega la vida por la fonética y apuesta a la semántica; el otro, más bien apuesta a la metafísica y la filosofía. Seres que pudiera ser unilaterales, representan dos mundos que no encuentran arbitrio. Mr. Thinking es bastante nuevo, aunque siempre ha estado ahí. Posee una voz negra, sobria, de juez. Mr. Kafe es multicolor, hecho de latex, de plástico: es humo; atenta contra la sexualidad de su autor y le sugiere, en tonos sugestivos, que se disloque a pistolazos las neuronas. Pero es necesario decirlo: Mr. Thinking ha estado ahí desde siempre. Obedece a un impulso de quiropráctico neuronal. Es, quien responde y da la explicación. Es un superyó super estrella. Una fucking maquina de pensar, ocho lineas en el cielo que se traspolan, a media mañana, con la planta del cerebro (tu planta), en palabras de Mr. Kafe. Y viceversa. Mr. Thinking no puede sintetizar sin el análisis. Tiene que ir parte por parte para conocer cada uno de los detalles que conforman la escritura, la vida, los momentos. Uno intenta acelerar los momentos, inyectar arte a jeringazos de adrenalina. El otro, es un catrín octagenario. Pero, las cosas duales resultan, en la mayoría de los casos, fáciles de explicar (o incluso los fusiones delos duales). Las cosas, juraría Freud, son más faciles de explicar con entra un tercero en discordia. Mr. Totem (blog de sueños mal recordados, auras matutinas y maromas neuronales).es un pajaro nocturno. Él es, la última llave. El más recóndito misterio que se engrana entre Mr. Kafe y Mr. Thinking. Este peleador nocturno es una especie de ave de mal agüero, que, con elegancia y objetividad, describe la aburrida y casi grotesca vida onírica del autor. Instaurados en este régimen tripartita, la escritura parece satisfacer a las necesidades del autor, en donde Mr. Kafe, es una especie de rockstar descontrolado que viola todas las reglas, Mr. Thinking, fundamente cualquier vaguedad o ambigüedad y Mr. Totem, es el amuleto detective que investiga los sueños más profundos. y es que abstraer y sintetizar parece ser un proceso complejo. No lo es. Observar y analizar, parece responder a un proceso de mayor complejidad, en donde, ninguno del trío feliz, logra de forma alguna llevarlo a cabo. La fuga está presente en todos, la adrenalina por la huida y la añoranza de algo más. Sí existe algún eslabón que los una, deberá ser ese: la imposibilidad del todo y la constante búsqueda. Y es que, Mr. Kafe es helicóptero movible, que no se le puede ubicar; de pronto es un yonkie, luego un viejo, luego lo que sea: pero finalmente es poser; es víctima irremediable del fakeness. Intenta, la pose urbana, busca ruidos nuevos, humos, focos, luces, imágenes para ocultarse detrás: es un personaje imaginario, precisamente, con sus fukús, sus maldiciones y jumanjis; mientras que Mr. Thinking es un catrín centrado. Su habilidad se focaliza precisamente en su centralidad y control. Es capaz de explicar y visionar. Pero es verdad, hay que reconocerlo, muy en su centro, tiene la misma naturaleza que Mr. Kafe: es un fake. Es falso. Pero su falsedad, se origina en su centro más profundo, en la lucha constante por la ubicación de la fuerza la energía vital psicológica. No es, entonces, precisamente, o crudamente, un falso. Es verdad roza el pseudointelectualismo, pero no con falta de sinceridad. Los tres misters chiflados, están en disposición de escribir. Cualquier cosa....