Arañas gigantescas. Un TV vieja como de motel de carretera. Ruidos en el techo. El aire sonámbulo. Las ventanas (de tus ojos) observándome por el cielo. Un vórtice negro de miedo atravezándolo todo. Sintiéndonos raros.
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.