el mundo no basta

El mundo no basta, siento que se atasca el gatillo justo en el momento que parpadeo y siento una gota de sudor bajando, casi bailando, casi como chingando justo hacia el ojo, entonces lo cierro y vuelvo a comprobar que el gatillo esta engarrotado, en fin que ni quería disparar ni salvar mi vida, todo es una enorme perdida de tiempo. Veo que mi blanco se da cuenta y se abalanza como toro desbarrancado, entonces me quedo congelado igual que el gatillo, me dan dos segundos en lo que empiezo a correr desesperado, bueno ni tan desesperado porque veo con tristeza que no traigo los tenis ligeros, esos azules con naranja fosfo que uso para el rave, en lugar traigo estas ridículas botas que me había puesto para el bar. Entonces ninguno de los dos grita y vamos corriendo como perros tras de gatos, solo escuchan los resoplidos bruscos de la carrera, ya hasta parece maratón oficial porque hasta empezamos cada quien como que a agarrarle el ritmo al brincoteo: a jalar por la nariz y soplarle por la boca, se hace el silencio y sabemos que el que llegue primero gana, a donde, quien sabe pero gana.
Ninguno trae pistola, o al menos pistola que funcione, habrase visto que dos pistolas se queden atascadas el mismo día a la misma fecha al mismo momento en el mismo duelo, será el clima, o será más bien que estoy mintiendo porque yo le arrebate la pistola ya ni se ni cuando, pero era la única y atascada. Se escuchan voces de por allá y de por acá, se escuchan ladridos de perros y sirenas de patrullas, pinches chotas ahora si cuando menos se les necesita.
Entonces si oigo que se empieza a desbocar como tren intoxicado y a dar pasos desperdigados, parece alma chocarrera en pena, sé que yo gane, cuando la pistola cobra vida y empieza a disparar y nos llena de agujeros a los dos, que tristeza que no era una de esas mágnum calibre tres gigabytes, pienso que los calibres no se miden en gigabytes, porque entonces si seria el colmo del asunto, con botas y una de esas mágnum de cañón de tres gigas de largo.
Es la primera vez que le meto a alguien plomo en las tripas, fue por accidente y dos cochinas casualidades, la bala atravesó solo mi chamarra y fue a parar en el maratonista que quedó en segundo lugar, pienso con culpa que si esto fuera oficial me quitaban la medalla, al cabo siempre me ha gustado más la plata. Me duelen los pies de traer las botas, me imagino yo cantando una ranchera o una country, bailando con todo y pistolón. Así fue como se descubrió que yo no era soplón ni espía de nadie, pero ya metido en el bailongo no esta permitido renunciar, nomas me falto el ipod y una guitarra de guitar hero, para sentirme el zeus del día, por mi puta madre que si se siente bien matar a un cabrón cristiano.
3. Welcome to Tijuana

Licencia para matar: Tijuana es un mounstro alevoso. Cruzaba la calle pensando en que me olvidaría de toda esa cosa loca, de fumar mariguana y de la música narcofunk, de los juniors hijos de papi, y hasta de los brownis con efectos alucinógenos. Veía la calle ya más nítida, con el tono mañanero y coquetón que tienen algunas mañanas de domingo de futbol, o de domingo de ir a misa y futbol y carne asada y chicharronería familiar. Los mercados están abiertos y todo esta bien loco compa, yo enchufado el emepetrés, parecíamos uno solo loco, porque esta ciudad parece un circo jerosolimitano, una feria de esas de rancho, banda reggae bien a lo bob marley, y banda chera bien a lo lupillo rivera, directito al fondo de la narcoteca, parecía salido de la narcofosa para ir a bailar un danzón con control machete a la narcotumba.
Veo que de la calle de enfrente me están viendo, justo cuando el semáforo prende a rojo, entonces lo entiendo y me largo corriendo por la otra calle, ocultado en resguardado por la benemérita ruta diez y seis, me agacho para que no me vean porque con eso de que en cada esquina hay un sicario esperando, hasta parecen guardias sorianeros, ya no queda otra mas que cargar con los tenis para correr. Creo que por eso me cayó bien el cristiano que maté, o quien sabe si era católico o metodista, mucho escapulario y la bala le entro por el pulmón y yo llegando al puesto de revistas bien loco vato, viendo la pagina roja que ya hasta salió el titular, uno mas muerto, el homicida se larga, cae capo del cartel del Chapo. Entonces órale, me doy cuenta que estoy metido hasta las trancas en el avión y exangüe llego corriendo a mi cuarto. Agarro todas las cosas porque se que habrá que correr de hoy en delante, como plena película de tarantino, como si supiera, apenas si he visto una, cuando me decido a largarme a cualquier lugar.
En eso que quiero salir veo la ram en pleno rechinar de llantas y se bajan dos tipos con cuernos de chivo, o yo no se si serán cuernos de chivos, pero la cosa es que se bajan apurados y yo que nunca había visto esas ametralladoras, pura finta de pistoleros mexicanos, me siento como marciano sorprendido en delito flagrante, como en pleno juego de shoters: Halo del ecsboxs, y los veo justo cuando se me resbala la lata de frijoles que estaba echando a la maleta de viaje, la que compre de mochilazo cuando me fui de vago al sur y me pega en el pie y me hace reaccionar. Pero no loco, te digo que la onda esta muy mal, la cabeza me retumba por el viaje de anoche con tanta mary jane en la sangre, pienso que ahora si traigo los tenis de correr y hecho a correr por la baranda cuando dicen güerito puto te va a cargar la chingada, se oyen cristalazos y de una madrazo tiran la puerta. Yo con la adrenalina que me bota la arteria y me hace saltar le vena de la frente, entonces se que estoy metido en algo denso, algo de lo cabrón, marca ya te chingaron los narcos, y se vuelve a oír, güero puto te voy a quebrar los huevos. Pero yo no alcanzo a escuchar eso porque ya estoy en el patio de la vecina, de la vecinita que tiene antojo, pero ahorita no tengo cabeza para nada, ni antojo de la vecinita. Me acuerdo que no eche el emepetrés en la mochila y que ando cargando con un desodorante que estaba punto de empacar también, pienso que al menos oleré bien si me carga la huesuda por la baranda, como no se convierte en espada jedi para joderme a estos tíos y despacharlos de un espadazo estilo estar guars. Empiezo a subir por la barda de enfrente y Benjamín me muerde el talón y pienso que es una lastima no poder quedarme a jugar con el. Nada como jugar borracho con el perro del vecino a ver quien da mas vueltas por el zacate, siento en la cintura la pistola del gatillo atascado que dispara cuando quiere y veo que alcance el techo de la casa de la vecina.
Pongo en mi mente una mixtura de canción entre misión imposible y goldeneye del cerocerosiete. Ya musicalizado me pregunto que pasaría si decido cargarme a los tíos estos, por el otro lado no puedo salir porque el rescoldo de salida esta bloqueado por una colección de tinas arrumbados, y una miscelánea de objetos que harían gala en una museo modernista. Me recuesto en el techo y el fucking Benjamín me esta volteando a ver desde abajo y hace esa mueca de que quiere ladrarme para seguir jugando, y yo como le digo que esto no es juego es mas bien misión, pero yo traigo la canción hollywoodense en la cabeza y me la estoy creyendo de ninja, así que como controlo el entorno saco del bag una hamburguesa que empaque para el camino y se la tiro en la cabeza al can. Entonces todo paso muy rápido vato, te dijera dos tres segundos y yo con puntería de sniper apuntándole al hocico a los narcos, que se asoman por la ventana y zúmbale, a chingar su madre, nomás tres tiros les di, se le desparrama la quijada y yo recostado man, con la fusca bailoteándome entre las manos, entonces pienso que la música ya se escucha de a de veras y pienso que se me ha de haber botado la canica, pero no loco, no se me botó nada porque el vecinito prendió el estero a todo lo que chinga y entonces veo que me desmadre a los dos tipos como película de acción. Entonces creo que necesito un cigarro, o vomitar o algo que me lleve a otra dimensión. Pero puta tu madre si no se siente bien joderle la quijada a alguien desde el techo de tu vecina, con un revolver que se atasca.



5. Como cookies and cream.

Me di cuenta que los mandan por parejas, como los Duques de Hazaard, yo andaba caminando por las vias rumbo a La Tarumba, porque apenas le dije al July de lo que paso, no me quiso creer, y yo loco neta no te pases vato no seas un pendejo, le digo, que once pasa quebrada Perico, por mi madrecita que yo te juro, el July nomas no me acreditaba lo de que el revolver se disparo solo y vino a pegarle al junior aquel. Y yo no loco es neta, neta neta camioneta Perico, por mi abuelita carnal, y que el July me pregunta que qué paso, y le digo que no me acuerdo. Mira, le digo, estábamos en el bar, yo traía las botas pincha Pirraca, ira, no se como paso, yo traía todo el surrealismo en la bebida, te juro que vi un niño-feto metido en el vaso y me lo atasque como marrano, pero de que estaba ahí en la barra, con Chinola y con el Flaco, no me acuerdo nada, me dio una amnesia del tamaño del world wide web, neta me dio un borron de casete carnal, como dice mi papa, le digo al July, pero el July no me cree, Le digo guacha carnalito me formateo el disco duro con una loquera mas grande, era como un virus carnal de esos bien trojanos y bien malosos. Que simón, te ando hablando del publico y en plena vía publica, como no proclamas publica a tu hermana, no ira, no es chiste July: Yo me despierto del blackout pensando que el mundo no bastaba y con un taurino enfrente y una fusca endiablada que mata sola, y le digo, loco viejo, le repito: nomás me acuerdo que me desperté pensando en que el mundo no basta y cuando el gatillo de la fusca se trabo. Al principio pensé que seria pasajero, cuanto tiempo podrían durar buscándome, así que le dije al july que me diera quebrada de quedarme unos días con el.
Y voy llegando a su casa, prendo la tele y veo que están los chotas en la tele: con la prensa, y los reporteros vueltos unas fieras, aunque la verdad es que ni tanto, pienso que solo son mas números rojos agregados al mes correspondiente en curso, en eso están ellos tirándole unos shoots a la crime scene, mientras yo le doy unos zooms a la chica del clima, cuando el July sale con la idea de ponernos a fumar para festejar, y yo, Perico no mames, pero no me dice dos veces cuando ya estoy como maquinita, como chacuaco: Porque ya soy noticia nacional, dicen que ando matando narcos, que ya llevo tres, pero yo los únicos tres que llevo son estos pitillos que me paso el July que me dijo que era de la buena, de la de guerreo y hasta con chispitas rojas.


A mi se me ponen los ojos como cookies and cream mientras veo que el cuarto de mi hermana quedo todo manchado y hasta un diente cayo arriba del peinador, pero no es cierto, porque nada mas lo veo en mente y espíritu porque en la tele nada mas pasan la zona acordonada con los letreritos de zona restringida, y no se ve nada mas que la fachada de mi chanton, con los de la farola entrando y saliendo por la puerta como Juan por su casa.
De mi hermana y mi mama no se, porque dicen que las autoridades correspondientes las tienen en la dependencia correspondiente para que declaren la declaración correspondiente, pienso con enojo fingido que son unos cabrones, mientras nada mas agarro el siguiente carrete con la correspondiente hierba buena y le doy el ultimo jalón de todos maestro, el ultimo jalón y a falta de pipa manzanita.
Cuando en estos avatares de humo y en los otros, dicen en la tele que soy el presunto responsable de los asesinatos, mientras yo ando viendo elefantes tricolores, y pienso en el trí de mi corazón que ya no le gana ni un partido a la USA, y recuerdo también la noche en el bar tres gallos, con la gata bailoteándome por un lado y el tender, el Gorila, husmeando por el otro, y los gringuitos que iban disque a mexicanizarse en el party, buenos tipos los güeros, lo que tienen de güeros lo tienen de pendejos, pero es un recuerdo que se va por la ventana junto con el piporrillo de mois, porque no bien alcanzo a recordar el recuerdo, cuando me de sopetón me cae el veinte.
Entonces comprendo que tengo que seguir corriendo, porque estos cabrones de la pe ge erre ya han de estar dando de tumbos investigando quien soy, a quienes conozco, que color de calzones traigo y lo peor de todo, si me gustan las espinacas, o el hígado encebollado, si prefiero las enchiladas rojas, o las verdes, o las cafés, y empiezo a ver enchiladas del tamaño del cuarto, y luego mas grandes del tamaño del mundo, me doy cuenta que ya me perdí en la loquera otra vez cuando algo en el fondo me dice que tengo que seguir corriendo.
Le digo a July que me largo, le digo, Ahí te guachas carnalito, sin quitarle la vista a la tele, mientras le hago un último zoom al escote de la conductora, pero el July anda recibiendo gente, quesque fumadores de hachís, ni que fuéramos árabes o marroquíes de mierda, yo bien relax me levanto como si fuera a ir a los scouts, le doy un repasón al inventario del cuarto y un José Cuervo engalana la cómoda de la computadora, que de cómoda no ha de tener nada a juzgar por lo jodido de la madera, que lastima de botella de tequila porque hace mucho ruido para echarla en la mochila.
Ahí viene la gente del Jarocho, dice el July mientras se asoma medio pálido por la puerta del cuarto, le digo Pinche chale Perico, ya le cayó cagada al agua. Entonces me salgo por la puerta de atrás, una de esas de mosquitero y de tablitas, cuando alcanzó a escuchar que dicen que ya le metieron bala a no se quien y a no se cuantos, que les dicen, o nos dicen donde esta el pinche güerito o les va a tocar a ellos la matraca, en ese punto están las cosas cuando me tropiezo con una figura de cerámica en mi intentona de escapada, es un tigre de bengala de esos de forma de alcancía, y lo veo pero ya no esta: esta todo madreado en pedacitos, pobre tigre que jodinga le arrime.
Algo en mi cabeza se desconectó, ahí lo supe, al mero onploged staile, era como no entender porque el tigre se había roto y no tenía manera de volver a ser el mismo, aunque lo pegaran con cola loca, o con silicón, algo estaba roto en él, y de alguna manera me hizo sentir este nosotros, como un tigre de cerámica roto. Pero ya me estaba trepando a la cabeza otra vez el humo, cuando se oyen otra vez los disparos. Y yo, déjate de cosas man, deja la cosa loca de la filosofía.
Me trepo el tejado otra vez, ya me siento spider man, me arrincono junto al aire lavado, y siento mojado el costado izquierdo y un poco la espalda, el excélsior del aire me moja el cotorreo mientras pienso en porque se le llama así a las pajas que llevan adentro los aires lavados, tienen nombre de periódico o de terminator.
Tengo vista VIP a la matanza, ojala trajera palomitas en la maleta, pero no, no traigo y además con estos nervios y estas nauseas me siento como vomito. Alcanzo a escuchar el ruido de la tele, todavía siguen que si el presunto homicida soy y, que si es spiderman, entonces siento frio y ganas encabronadas de reírme a horcajadas de todo aquello. Ira, tenia una mirada mal vato, una mirada como de pirata hambreado, o de ampáyer estreñido, me veía mal, yo solo, sin verme pero imaginándome como me veía, agazapado en el techo de una casa, con las nauseas al borde del border, la adrenalina trepada, fue por ese rato que me empezó a bailar la pistola otra vez entre las manos. Nunca había visto que tuvieran adornos, ni perlas, ni que fueran peines, no se ni cuantas balas le quedan, ni como contarlas que remedio, pero tiene una como perla verde que parece una esmeralda, o será un Jade, ni que fueran mexicas, mientras abajo andan matones bien duro que se están interrogando a la banda del July. Y miro por encima de los barandales, entre el porche y los nafis se están yendo con advertencia de regresar a registrar la casa , yo me voy yendo también por aquello del come back to registration, veo mis zapatos y les guacareó encima, no supe ni en que momento me venció el jugo gástrico, bien loco, vomite así como sin voluntad, me puede no por el olor sino por el color, que ese vomito verde azul no es normal me digo, afuera nada a cambiado y yo sigo siendo el presunto mata narcos, y me bajo del techo y me les desaparezco, con este halo de misterio, parece falo de travesti, me vuelvo a enchufar el cable a las orejas, que no será tan peligroso ir a la cantina a pedir un algo doble, con algo fuerte para que me asiente la barriga.




















7. Combo de Cantina y Motel-Cabaret.

Entonces le llamo a la casa para ver si está mi jefecita, es bien madrugada man, ya hasta traigo el ánimo amanecido con tanta emoción subiéndome loco, y tanta guácara bajándome, parezco ascensor descompuesto, y me dice, que onda vato loco, porque no es mi mama quien contesta es mi papa, y además en la casa nadie contestó y tuve que tirarle el cable el celular, y me dice, que paso cabrón estas vivo donde estas, y le digo que nombre loco que ni si imagina que le encargo a las viejas y le digo que tengo que colgar y cuelgo, porque siempre había querido decir eso, así como los detectives, bien acá CSI las vegas, acá bien la ley y el orden, le cuelgo pero antes si le dije que no se preocupara, que todo iba a salir bien, que todo se iba a arreglar y que se tranquilizara y que se moviera rápido.
Me meto a la cantina y a mi se me meten unas ganas de unos polvos pa que me levanten el ánimo. Empiezo a enumerar cosas, no he tenido tiempo para la introspección en estas horas, pienso como haciendo un examen de conciencia, mientras la rocola del bar toca los invasores, que han pasado demasiadas cosas en demasiado poco tiempo, no debería seguir fumando mierdas, debería, en cambio, mantenerme sobrio y alerta, pero las cosas siguen siendo todas una gran perdida de tiempo. Así que le pido un whiskey a la mesera, se llama Cindy y me olvido por un rato de misterio enigma del futuro, mientras el vaivén de la rocola me arrastra hasta la inconsciencia momentánea. Es el Reforma, y veo a las personajes de la barra, están como para tomarles una foto, o como para presentarlos como jueces de concurso: Con ustedes, el honorable secretario de los insurrectos zapatistas, Don Juanito Pedote, en compañía de su honorable esposa, Doña Cabaretera Juana Pedota, aplausos, y veo al siguiente personaje de la barra: Además, nos acompaña el mismísimo Licenciado Bodoque, alias el Patas Guzmán, engalanado con sus botas de piel de pterodáctilo, en amable y distinguida compañía de su señora y muy gata esposa, Doña Lonjas Corriente. Pura raza man, ralea de la buena, puro chero de a bota picuda, y puro rastafari de a boina jamaiquina. Esta bien postmoderno esta onda, pienso que ha de ser mentira todo, una gran alucinación, intento desganado negar todo, me digo, no es cierto cocoman, no es cierto que mataste a nadie, ni a los otros dos, ni que mataron a raza del Perico, del July, ni nada es cierto, ni esta taberna de gente bien acá man, andan en el ondón, cuando veo al Presidente de la Barra de Jueces: El honorable, Gorila Patas Miadas Rivera: el máximo bandolero, prieto, neta parece gorila man, parece un changote, medio barba, pantalón ajustado, hebilla del tamaño de un calendario azteca. Quiero despertar man, dejar ese vaso en su lugar, y escaparme, pero la rocola alterna música chera y rock en español, una de lo tigres por una de maldita vecindad, una de tucanes por otra de los cafres, una de invasores por una de caifanes, invasores por héroes del silencio, as de la sierra por bob marley. Es como un círculo interminable, me convenzo que estoy en una película de Almodóvar, mientras yo también alterno, cerveza y whiskey, según el baile de la pianola. Pienso por último antes de sumergirme en los dulces brazos del blackout, en que necesito buscar donde esconderme, algún refugio, algo, pero el grupo exterminador termina de rematarme en una mesa, haz de cuenta como jaque mate loco y sin derecho a fianza.
Siento una mano en el hombro, una vibración, un ruido, un soplido, pero no es cierto no es nada de eso, es que alguien me esta zarandeando, les digo, pérate carnal, aguanta broder deja me aliviano, veo que es Gorila Patas Miadas, que funge como guardia de seguridad, o saca borrachos, para el caso es la misma. Me despierto como en medio de un temblor, me tiembla todo, cuando las imágenes me empiezan a rebotar como canicas, como figuritas de casino, una tras otra, como tragamonedas, y entonces me acuerdo que de con July me vine al centro, a esconderme en la cantina y con ese pretexto me puse guapo y copetón, serán como las cuatro, lástima que no haya películas o series en la televisión, al cabo que siempre he preferido los info-merciales nocturnos que el cine de arte.
Me dice la mesera que me largue, que ya cerraron, entonces siento de trancazo el frío de la noche en la nariz, a juzgar por sus finta de primate, juraría que es la Changa del Gorila. Podría dormir en la calle y hacerle compañía a la loca de la esquina, pero me decido por el motel de la cuadra de atrás, con todo y luces neón, hasta parece cabaret. Entro bien cremas al cabaret y le pido un cuarto, y se me queda viendo y me ve raro, y le digo que once, me dice, y tu, y le digo, yo que, a que vienes solo, le digo que a dormir, le invento una historia de vaqueros y me dice que esta bueno, que si no me molestan los gritos de los otros cuartos me puedo quedar.
Caigo como piedra man, subo las escaleras y voy pasando puertas, en algunas puro traqueteo, en otras grito bañado, parece de esas escenas de que habrá detrás de la puerta. Traigo el pistolón, hasta parece que esta imantado nomás no lo suelto y no me suelta, veo con orgullo que aún conservo mis pertenencias, mochila, cartera, pistolón, que pena que la lata se cayera, si no estaría madrugando con frijoles.
Camino por el pasillo y me meto a mi cuarto, cuando veo que alguien me esta siguiendo, es el dueño del cabaret-motel, no se si correr o llorar, pero me doy por vencido, si se ha de pelar que se vaya remojando. Me volteo y me empieza a latir el corazón, a lo mejor me reconoció si pusieron fotos mías en la tele, pero no, me dice, oye esa chapa esta muy mala, a ver si puedes abrirla. El azúcar man, me van a matar estos trancazos de adrenalina, y le digo que si, que si pude, y se retira y yo también, cuando veo la cama y es lo último que recuerdo entonces.






















9. Así pasaron muchas, muchas, muchas horas.

Y así pasaron varios días, del craving al blackout, y yo viendo en el periódico que se busca presunto matón de narcos, hasta apodo tengo, que si el güero matanarcos, que si el martillo, que si esto que si lo otro, y en eso no pienso en mas apodos porque ya me estoy periqueando con la cois y me esta entrando re que te bien por la neuronas, y el tálamo feliz de la vida, y me sacudo la nariz y digo que onda.
Ando en otra cantina, mientras pienso que debería definitivamente en dejarme atrapar por los narcos, o por las putas de los narcos, o por los hijos de los narcos, o por quien putas me quiera muerto. Entonces también comprendo que me metí a una película de los hermanos almada, y ando buscando a lola la trailera en la pista de baile, y que si me topo a la minerva y anda bien aracle, parece arañita de popoloy, agarrándose de las paredes, que porque se cruzo mal, y ya estamos en el rincón, pero ni con besuquearme se me quitan las nauseas, al contrario, me vuelvo al baño y las tripas se me vuelven al revés como envoltura de dulce, todo sigue siendo una enorme perdida de tiempo.
Me acuerdo casi con altanería que el nuevo motel en donde estoy viviendo esta mejor que el anterior, mínimo no parece cabaret, su camita discreta, es casi un hotel, nadie puede vivir en un motel por más de dos días sin ser descubierto. Prendo otro cigarro y me aseguro que el revolver este todavía en la bolsa, me lo pongo acá en espalda como en las películas. Yo no se si tengo buena puntería pero el caso es que me esta ayudando tanta escena. El que lo lea es puto y me la mama dice la puerta del baño, y apago el cigarro en la punta del glande dibujado, y veo que mal trip viejo, que mal trip de tan semejante veneno, y esta araña anda igual de envenenada que yo. Pero que le hacemos a la ponzoña, hay que dejar que se asiente como agua rebotada. Sigo en el baño, estoy sentado a un lado del escusado, pienso que estoy tocando fondito poco a poco, tengo el pantalón mojado de miados, pero las cosas siguen sin importarme, al menos eso digo.
Vuelvo con la mina de la minerva, entonces le digo que vayamos al baño y se arma la machaca, me dice el Gorila que es la morrita del no se quien, y del no se cual, pero ya no le oigo mas porque la morrita me dice que me calle mientras me agarra la entrepierna. Y yo con la cabeza bien chutada de mois y cois, y yo me siento el rey del camois porque me cargue a los narcos. En eso estamos en el guatengue cuando viene a golpear la puerta del baño el Gorila, y me dice así sin explicación, ya te vieron güerito pendejo, pélate carnal.
Me entra la paranoia porque me empieza a temblar la fusca en la espalda y eso es que ya llego la hora de zapatearle, agarro mis cosas y hago fuga de ahí, y digo que buen viejito del alma, que buen trip, y me voy casi marchando, y salgo corriendo, siempre contra la corriente del trafico, pero feliz y hasta con media sonrisa en la boca, otra vez, a correr con botas en las patas, al cabo que no me importa si me sale juanete o se me revienta un dedo, las cosas siguen sin remedio, siendo una gran perdida de tiempo. Esta vez decido tomármelo con calma, empiezo un auto cuestionario y me digo, quien podría haberte visto cocoman, quien te anda siguiendo, siento como si la ciudad fuera un pulpo gigante con millones de ojos, y todos con lente oscuro, ya ves lo que dicen, lente oscuro, narco seguro.
Bailar hasta quemarnos y se me van incendiando los pulmones, traigo la música conectada, que bueno que cargue el emepetrés, voy huyendo sin rumbo, no debería tomarme la advertencia del Gorila tan en serio, cuando veo en la esquina otros dos locos y se que vienen hacia mi, y me dicen que barrio tiro que párale a la corrida, y yo no tiro ni del gatillo porque se atora, mas bien el gatillo me jala el dedo y empiezo a desmadrar gente. Y que ningún barrio, les digo barrio cero y me dicen te va a cargar el chile, y el chile lo traigo en la espalda y me hace cosquillas por disparar otra vez, les digo que tranquilo, que no pague la cuenta en la cantina y vengo huyendo del guarro, y dicen que a ellos no se las hago, que les cuente una de vaqueros, que de quien voy huyendo, les digo que nadie, pos aquí mismo te tronamos hijo de la chingada, me dicen.
Recuerdo la prepa vato, debería haber ido con el psicólogo cuando era tiempo, a que me sacara el yo por el test, y el test por culo. Así que salgo corriendo man, traigo la pistola en la derecha, y se abalanzan los malandrillos hacía mí, armados con filero en mano, parece siglo dieciséis, con mosquete y falderon, me armó de valor y trato de dispararles así con elegancia y deliberación, pero la pistola no pistolea. No es a mi voluntad entonces, descanso la mente, pero ya estoy corriendo otra vez, porque traigo a los rancholos en los talones, quien sabe si hasta los hayan contratados por la larga mano del narco.
Cuando viene una patrulla y yo prefiero que los malandros me hagan catecismo por el recto que aguantar a los efectivos de la estatal. Es como si esa pistola me hubiera pegado un virus de esos bien dementes, ya ni las paraditas del centrito. Alcanzo la esquina de la cuadra, me escondo abajo de un carro y me dan rete hartas ganas de fumar, los malandros me andan cazando y los chotas a ellos, parece juego multiplayer, cada quien su chambelán, vamos en filita india, chotas, malandros y yo. Me siento jugando gotcha pero de la vida real. Y tengo los nervios destrozados, las pierdas con ardor, y los pulmones llenos de humo, y le rezo a tata google a nana youtube, que me amparen en su omnipotencia, en su infinita modernidad, es eso estoy en los rezos cuando veo que los banda se fueron por otra calle, y los chotas se los apañan man, pero se los apañan mal, madrazo limpio, que órale hijos de la chingada, porque venían corriendo, y ellos a que no carnalito, es que nos venían persiguiendo, y ellos a que ni madre, y les sueltan un catorrazo divino, a mi me cala en cemento en la espalda, y me da el tufo del motor del carro bien cabrón en las chatas. Me quiero levantar pero no hay ni para donde moverse, tengo las piernas exangües, pienso con temor en que a lo mejor me quedo virolo con tanta porquería y ese sube y baja de arrancar corriendo como desesperado.
Vuelvo a lo de los rezos, cuando me da la impresión que ya no es seguro regresar al motel, lastima porque estaba re chingón. En el nombre de google y de youtube y del cosmos completo del wide world web y el world trade center, porque yo me voy a dormir pensando en que debería de vez en cuando, ir a Hong Kong por cigarros y tardarme una eternidad, agarrar de perdida, un patín mas tranquilo.














11. Huida del carro en donde estaba dormido.
Entonces me despierto mal, porque están arrancando el carro en que estaba echándome un coyotito y son los dueños de la casa y les grito, cámara loco, espérate que atoras carnal, y el señor se asusta y me asusto yo también, pero yo creo que él mas porque me vio el pistolón y le digo tranquilo estaba rolado, y me voy otra vez, y le digo no pasa nada mister, usted tranquilito y no le pasa nada. Mal porque me ve la niña que iban a llevar al kínder, y el papá diciéndole, métete a la casa mija, y yo guórale que fuerte, así que me voy tan tranquilo, como si no hubiera vivido una pesadilla, bien salsas me voy caminando y me meto entre los mercados matutinos, como quien dice escondiéndose.
Tengo una sed de perro y ganas de fumar y de un whiskey, para que se me quite esta cruda, loco me digo estoy deshidratado hasta la arteria mayor, y veo que todo fue verdad porque parecía como un sueño guajiro de prensa local. Veo las vias y se que ando en la Líber, y la líber es como un animalón dinosaúrico con dos ojos bien matones, que si no mueren matan.
Voy hasta chiflando una tonada que ni me acuerdo del titulo de la canción, me da un gusto enorme tener mis cosas conmigo, el emepetrés que no raja leña y la mochila de vago sureño. Me voy a tomar un café y pienso que es mejor idea hablar con mi abuelita carnal, chanzón y haya hecho tortillas de harina, me digo, ánimo chaval, a desayunar, yo creo ya anda levantada, regando los arboles con todo y artritis en las manos. Paso por un depo de la esquina y me replanteo seriamente en dejar de fumar y en cambiar de casa. Con dos muertos en la mia ya me hacen mosco las siestecitas, no vaya ser se levante uno medio muerto y me ponga en mi lugar. Y entonces hago desfile por los contactos que tengo gravados en mi cabeza, a alguien le puedo hablar para que me aguante paro.
Llego con mi abuelita re tranquilo, así como que no pasa nada la cosa, como anuncio de desodorante, todavía me doy el lujo de ponerme un poco, con tanta corrida he de oler a pestes, órale, el olor de la modernidad y el materialismo, le doy la vuelta a la casa, estoy casi seguro que no ha de haber nadie de la familia, siempre ha sido la abuelita no querida de la familia, la apestada.
Me dice, mijo, mis amoresn, porque mi abue siempre le pone la ene a todas las palabras, es como un tic, como el tic que tengo yo con la mano de derecha. Mijo queridos me dice, ahora poniéndole una ese, que barbaridasn, que bueno que te veosn, condenado donde andabasn. Empieza el interrogatorio mientras me arrastra al baño, me pregunta que si quiero bañarme o dormir y le digo que si, y en menos de nada ya estoy en la regadera, el agua nítida loco, siempre me han gustado las sensaciones de bañarse, es como una purificación, en esas estoy poniéndome filosófico cuando mi abue me grita que esta listo el almuerzo, yo me siento a comer como una araña loca, como una piraña salvaje viejo, y le digo vieja, mientras le pregunto si no han venido a buscarme, pero ella dice que no, que a ella ya nadie le tira un pedo, menos lo revoltosos esos, bola de cabrones, y estalla en risas y yo también. Es como sentirse tranquilo y reírse por poquito después de varios días de vivir en constante fuga, es como vivir expandiéndose, como el universo, y a dale y dale con lo reflexivo, cuando decido mejor soltarle de sopetón a mi abue que fue lo que pasó.
Pero ella re cool, parece que le estaba contando que me despidieron del trabajo nada más, y ella ni se inmuta, ya tanto año oyendo historias, y se queda callada callada y yo sigo hablando y hablando contándole todo man, se me revive todo, y le cuento que me meto mois y cois y camois, y todo, siento la confianza con ella, agarro la taza de café y me la vacio de un trago, cuando en eso escucho un ruidajazo afuera, en la calle, me levanto a ver quien es pero mi abue me detiene, es una camioneta, acá de las nuevas, me dice no mijo, estos juniors me hacen los mandados, y que abre la puerta y les dice que muevan su trocota de ahí porque acaba de barrer y regar los árboles, que le va a hablar a la grúa, y ellos que no venían por un regaño mas bien por un matón, se quedan helados, y le dicen perdón señora, venimos buscando al Güero Bordón, y ella que si, que es mi nieto que qué negocios traen con él.
Yo estoy adentro de la casa agazapado, mi abuela armada con la escoba y la taza de café caliente, casi me sonrió y me da risa verla así, envalentonada y embravecida, los negocios que traiga con mi nieto, vaya arréglelos con él, a mi no me ande molestando, y se me quita de mi banqueta, pero se me quita ya, les ordena, y yo órale, pienso que esa es la solución del narco, a los narcos se les llega por la madre o por la abuela, lástima, ojalá fuera senador o diputado para hacer una propuesta formal.
Pero entonces uno de los tíos, porque son dos, estilo Starsky & Hutch, hasta uno güero y otro moreno, se lleva la mano a la cintura, así como diciendo ándese con cuidado vieja, pero Hutch le hace una cara como diciéndole no mames, y mi abue se pone como una furia, haz de cuenta como cancerbero, hasta le salen tres cabezas del coraje y le dice atrévete cobarde a sacármela, yo tengo mas huevos que ustedes dos juntos, par de cobardes, nada mas que me disparas aquí en el corazón, deshuevado maricón. Y ellos se quedan así sin piso man, haz de cuenta que les movieron el tapete y abajo no había nada, empiezan a salir los vecinos, y Starsky le ordena a Hutch que se suba a la camioneta, le dice, vámonos güey, pa que nos metemos en pedos.

13. En la mira de los asesinos.

En la mira de los asesinos, siento que tengo una pierna dormida y estoy soñando que estoy solo frente a la portería para anotar gol, tengo al arquero de frente y me da un calambre tamaño inauguración de los juegos olímpicos, justo en los dedos del pie derecho, ni como darle chanfle. Me despierto y me doy cuenta en cuatro milisegundos o en cuatro mililitros que estuve soñando nada mas pero la pierna sigue dormida con todo y combo de calambre de pie, tendrá ipopsia, o nandrolepsia, o nandrolona, o acupuntura, o tarantulina o esa enfermedad rara que les da a las personas por imbéciles que se quedan dormidas en cualquier lugar y en cualquier momento. No me puedo acordar del nombre exacto, de la enfermedad, y en esas estoy revolviéndome en las sabanas, apenas despejándome la cabeza, recordando diría mi abuela, esperando a que se despierte la pierna y a que se me des acalambre el pie. Así me despertaba mi abue los tres días que estuve en su casa, mijo, ya recordaste, como si amanecer fuera rebobinar la cinta, y de cierta manera si lo es: mi abuela aunque tirana, no deja de tener razón, es toda una dictadora.
Veo una luz en la cabecera de la cama y algo se prende en mi mente, se que es hora de seguir corriendo, segundo hit, vamos por las eliminatorias, cuando apenas me acabo de poner las chanclas y ya se que me toca el tercer round. Es algo instantáneo como sopa de supermercado, o como ver paraditas del centro, no puedo evitarlo últimamente. Me agarro la cara con las manos, me peino la barba, me doy mi tiempo, algo me lo dice, a lo mejor fue el mal sueño del portero y el gol no anotado. Me preparo y me encomiendo otra vez a la santísima trinidad: en el nombre de tata google, nana youtube y el santísimo espíritu wikipedia. Que me amparen los techos y el spiderman me incline la balanza de la providencia a mi favor, o de perdida me quite la sed de diablo que tengo y me saque el intersticio de resaca que traigo.
Me da tentación fumarme un cigarro y digo porque no, y ya lo estoy prendiendo cuando ya se que me localizaron otra vez, aunque no he salido casi a las calles, esta ciudad es como una bruja con ojos hasta en las axilas. Alguien me vio, alguien me delató. Empiezo a hacerla de detective, a repasar los últimos acontecimientos mientras me calzo los trazos y me pongo una de las botas, que bueno, al cabo no quería estar escondido ni a merced de los narcos, pienso con sarcasmo, es mejor así, y de todos modos, pase lo que pase, todo sigue siendo una enorme perdida de tiempo.
Ahí va otra vez la burra al trigo, y ya les dijeron que tuvieran cuidado con las ventanas porque acaban desquijarados, la luz que vi en la cabecera era del faro de la vecina, mi abuela me consiguió este trasto con una vieja amiga suya. La luz que se ve entrando ahora por la ventana, man es de una Durango, alcanzo a prender el cigarro y empieza la alarma roja a mil por hora, y se me sube la velocidad al cuerpo, veo que me quiero llevar uno de los cuadros de la pared, pero no es el momento, después lo compras cocoman, porque la pistola ya esta haciendo vibraciones extrañas y me habla por bluetoth, claro o la pistola hace vibraciones o no me jambé los antidepresivos con la hora adecuada, o me los ataque de mas y con whiskey y nunca se han caído bien, y estoy en el cuarto esperando, con los nervios de punta, mas bien en huelga.
Me asomo quedo a la ventana, como diciendo quien pompo, me devuelvo a la mesita de centro y agarro a la pistola, se siente helada y en ese momento odio el aroma del cenicero, parece zopilote a medio podrir, o será como resaca y cruda diferida, así como por capítulos y en episodios, con anuncios y comerciales y toda la cosa.
Yo estoy preparando para la fight, venga lo que venga, traigo una bota puesta nada más, los trazos y sin lima, se me sube la adrenalina hasta la toxicidad sanguínea, pero le hago el mismo caso que al neurólogo la última vez. El espacio esta como congelado, el tiempo no avanza, se escuchan voces afuera, ruidos de puertas, gente apresurando a otra gente, dicen rápido güey atórale. Yo estoy esperando en cualquier momento las descargas, hasta pose de película pongo, revolver a dos manos y agazapado en la pared. No tengo salida de emergencia, y no cabría por la ventana del baño, es mejor así, me agarraron conejeado, no será la primera vez.
Amago con eructar pero es solo un nudo en la garganta, entonces escuchó que se acerca un caballero y pienso en pedirle amablemente un pacto entre los dos, o de lo contrario rogarle, no pedirle, rogarle que platique con mi pistola. Me siento en la mira de los asesinos, hasta parece que estaban advertidos porque se oye un ventanazo y entonces la veo, nítida y hasta con high resolution, hasta blue ray si tu quieres. Así la veo como trasmutada, como resaltada del fondo, haz de cuenta como terapia Gestalt, te juro se congela el aire, la mente, como si me hubieran hecho un fatality, sin derecho a prorroga ni berrinche: Es una granada de las buenas, de esas color verde mota, en toda su redondez metálica, una granada igual que las bombitas del mario bros.


15. El mañana nunca muere

El mañana nunca muere, que veo la granada: se para el mundo mientras veo que cae justo arriba del colchón por gracia de Hugo Sánchez, el Pichichi de oro, digo de aquí soy, ni para donde correr, ni quería seguir viviendo completo, que mas da morir despedazo o quedar como espantajo desmembrado.
Así que me decido en un bit de segundo a entrarle a la payasada, sin playera y una chancla, creo que me parezco a mi abuelito. Me entran unas agallas quien sabe de donde, ya hasta me siento rambo con todo y labio tullido, fue la decisión más difícil de mi vida hasta el momento, después claro, de escoger el color del emepetrés. La agarro o no la agarro, que la agarro y que la aviento al baño, canasta de tres puntos a la taza, haz de cuenta como Michael Jordan en sus buenos tiempos, pienso en retrospectiva que me pudo haber explotado entre las manos, como papa caliente, pero no, no me explotó ni como granada ni como papa caliente.
No quiero dejar la playera ahí donde esta y quiero agarrarla, pero me digo no seas güey güero cocoman, le ando haciendo al duro de matar y tu pensando en la playera, me reprocho duramente, así como conserje de primaria, que ni ha acabado de limpiar el baño, llega un pelotudo a miarle el excusado. Me aviento al otro cuarto con un lance de portero chafa de segunda división, ya me siento octagoncito desde la tercera cuerda. Nombre, de la explosión ni digo nada man, como una rave pero hasta el infinito, como una fiesta con millones de cuetes artificiales y un millón de porros prendidos al mismo tiempo, como para ponerse un loquerón sin precedente.
Ya pasada la rechinga, quiero correr pero que no puedo, se me agarrotan las piernas y además me falta una bota, todo esta irremediablemente, lleno de humo, yo sigo creyendo, con humo o sin humo, con bota o sin bota, que las cosas son una gran perdida de tiempo.
Camino para esconderme atrás de la puerta, siempre he querido hacer eso, lo vi en una película, como no traigo un garrote o un martillo para descontarme al primero que se asome, en eso estoy medio corriendo, medio trotando, a paso veloz diría mi profe de educación física de primaria, cuando me pego en el dedo chiquito del pie sin bota con la pata de la cama, neta para gritar quinquis, neta para rajarse y dejar que lo maten a uno, pero nel, mejor me cayo el grito y sigo caminando y alcanzo la puerta y el interruptor que bordea la moldura.
Estoy atrás de la puerta y pienso otra vez que el mundo no basta, y la última vez que pensé eso el gatillo se atoro, le quito el seguro que estuve inspeccionando horas atrás con mira de pedagogo y re-pienso en que el mañana nunca muere.
Me sentí en una avioneta, bien arriba y bien chingón, y dije les voy a caer a estos machos como gavilán pollero, o como la migra en el border. Se abre la puerta, le dan el empujón cuando se oye que uno tose cuando pasa, el otro lo chita, yo permanezco atrás, y se que ahora somos dos en el cuarto y uno que se va a meter apenas. Siento unas nauseas bien locas en el cuello, ojala trajera las dos botas para no morirme con deshonra, sigo pensando que todo esto es innecesario y además una larga perdida de tiempo. Se que los mandaron por parejas otra vez, la gente nunca cambia o será el estilo de la pandilla.
Me queda a la vista la espalda del narco uno, Starsky que fue el que tosió, en eso me decido: que le doy el portazo, bien cabrón y bien matón al narco numero dos, al chiteador, a Hutch, al mismo tiempo que empiezo a dispararle a Starsky, ciego de ira man, te digo, con los ojos nublados. Tres jodazos y que se atasca el gatillo con alevosía y ventaja. No le hace, diría mi apá, le entraron re bonito a los pulmones.
El otro, Hutch, se retuerce del madrazo que le di en la jeta con la puerta, lo bueno es que lo deje afuera que lástima no va poder fumarse el humo de la granada como yo y Starsky, aunque a estas alturas Starsky ya más bien parece que no se fuma ni a su abuela. Se que tengo que hacer algo con Hutch: a lo mejor le soné en los compañeros con la chapa, pienso con culpa, ni nietos va a poder hacer.
Uno menos, nos toco bailar uno pa uno. Pienso en gritarle que si le brinca a la reta, pero en eso veo que estoy sangrando, loco la sangre bien loca, no se ni por donde ni para donde. Me acuerdo de miles de canciones en ese momento, esta como para quedarse arriba en la loquera, nunca supe porque me pasa, pero en momentos críticos se me activa ese auto mecanismo de defensa musical: la sangre siempre es el detonante: el lóbulo musical y una rocola sin control que pone discos al azar o mixturas de canciones. Me pasaba desde niño, a lo mejor me violó un músico, con todo y campanón, el Pichichi no lo quiera.
Pero la adrenalina es una bruja, hasta con escoba y con perol, veo mi piel con sangre: que me cae por el hombro y por todo el pecho, ya me sacaron el mole y se ve bien pistola la sangre cayendo por mi brazo con el revolver en la mano, ojala y que funcionara.

Ahora si viene una de vaqueros, hago el movimiento de robocop, me siento en los ochentas, puro eicidici y airon meiden. Pero no me sale el movimiento y se me cae la metalera, en eso que me agacho a levantarle el otro vato ya se recuperó del impacto en las gónadas y de un madrazo tira lo que queda de puerta. Ahora si me toco la de perder, chirrin con chin, este cuento se acabo.
Pienso que me salvo una casualidad, porque cuando me agacho por la pistola, me hace fuego a la cabeza, y me va a tirar otra vez, pero por gracia del Pichichi de Oro, Starsky, que ahora esta tirado en el suelo con tres metales en el tórax le quiere decir algo a Hutch, y Hutch de pendejo que voltea y en eso todo paso bien loco man, que le amago con disparar como si el gatillo no estuviera engarrotado.
Yo creo por la finta de robocop que no me salió y el madrazo en el suelo, se destrabo la pistola, porque le hago la descarga y disparó hasta mas bonito, yo creo le gusta que la traten mal. No neta, te lo juro por mi madrecita carnal, por dragon ball y los caballeros del zodiaco juntos, la bala le madreó la mano y yo no me la creo. Gracias Pichichi de Oro y Dieguito Maradona, me le quedo viendo un rato y me da cosquilla la sangre que me esta goteando de uno de los dedos, le suelto un jodazo del tamaño del mundo entero, con la culata en la nuca. Me siento NYPD, hasta me dieron ganas de gritar, freeze: En Guai Pi Di
Lo que paso después pasó sin que yo lo pensara, así como sin alguien le hubiera soltado la correa a mis instintos mas matones: Haz de cuenta el Benjamín con rabia y bien hambreado e infectado por un virus zombie. Me salió el killer instict, acá me salió desde lo más hondo de mi mortal combat. Mis brazos actuaban solos, sin pedirme permiso de nada, como en piloto automático: la silla, la espalda que le truena, y que lo agarró a patines, en la cara loco, le rebotaba como canica, y que le digo, a quien le ibas a quebrar los huevos narquito de cagada, a quien, le repito. Pero en eso me acuerdo que me equivoque de narco porque este no me había gritado nada, pero como dicen, pieza tocada pieza movida, o lo que es lo mismo ya metidos en el bailongo ni modo de no zapatearle cuando le gritan a uno con finura y amabilidad, zapatéyele compadrito. Le toco pagar la multa. Yo no creía en el tiro de gracia, se me hacía una mamada, hasta esa noche, con el brazo con sangre, un jedor a pólvora bien intenso, con la rocola de las canciones averiada y un gatillo voluntarioso que se atora cuando le paga gana.

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