un post sin solución

Se lo dijo como Sabina, lo miro a algún punto perdió entre la boca y el pecho, Dime

así sin contemplaciones y sin tocamientos de corazón, ni siquiera un golpe de pecho
católico, que me lo quieres hacer ahí mismo entre basura y bésame así como si no
me quisieras. Porque además que importaba todo aquello si ella conocía a una
señora (disfrazada de cualquiera) que tenia una filia con los dedos gordos del pie y
que le gustaba -se le dijo entre gemidos y sollozos- que la masturbara con ellos. Eso
sin contar que el señor tenía una uña enterrada en el pie. Y entonces él,
contemplativo de la situación y como sorprendido por un inconsciente que le daba la
mano confidentemente, dijo que sí, Además yo conozco a esa señora pero que
pasaría si se entierra la uña en lo profundo del armario que tiene entre las piernas,
Le saldrian costras y dejaría que la lamiera un gato que tenía para luego que se
orinara ahí y se le ablandaran las llagas y las costras y que sí, que podía,
politicamente y con toda la pasión, seguirla masturbando porque la vieja era una
aberración putisima, El gato se pondria enfermo entonces y le daría diarre con la
costra en el estomago, Pero no importa, el gato se haría allí mismo, Si claro, porque
el señor, no me digas, se comería toda la porqueria para luego hacerle sexo oral y
luego besarla apasionadamente, Si pero a lo mejor se vomitaria por el mal aliento y
ella se tomaría el brebaje como tributo azteca lo devolvido por su estomago, Si,
vomitarian mutuamente sin despegar sus cuerpos y el olor creceria y derribaria
ciudades enteras, derribando bosques. Y llegados a este punto en la conversación, él
ya ahora autor de la vieja puta y bruja además, con tintes de tuberculosa y de alma
sarnosa y espiritu leproso, así que arremetió gravemente contra ella, No, te estas
saliendo del punto, le dijo él, el aire libre le quita la escencia, yo pensaria que más
bien, despues de sumergirse en su clóset de húmedades le daría alergia y
estornudaría, Si, contestó ella, la boca se le inflamó tanto que no pudó respirar
porque era una gran chuleta la que ahora le colgaba en la boca, con tonos amarillos
y estornudó en los senos de su amante, que gordo como un cerdo le empezó a chupar
los pechos con viscocidades y estos parecían tener vitaminas de crecimiento pues la
lengua le empezó a crecer y pudo, sin miramientos chupar toda la espalda de la
señora de un solo lengüetazo, Si entonces de tanto lamer, contratacó él, le salió una
gran ampolla en la punta de la lengua que emanaba como volcán esquizfrenico
grandes cantidades de pus ambarino y ella loca de lujura y concupiscencia, Lo
obligo, dijo ella tomando el relato al viento, a introducir la ampolla en su sexo, Sí,
rogándole, por amor del Creador, que la bañara y la rociara con su ampolla
pusolienta y extraterrestre el clítoris y la vagina, Ay wey dijo ella santiguandose, y
más claro que el esperma el liquido fué secandose junto a las costras, repusó
convencida, que ahora parecían perlas nauseabundas, como una virulea incurable
que le invadía el útero completo entonces los labios cobraron vida propia y parecian
hablar, Entonces, convino él, la uña enterrada del pie del dedo gordo el amante-
cerdo, recobró tamaño y como el sexo parlante de ella blasfemaba tanto que no tuvo
más remedio que alejarse temeroso de tan grande ecosistema, Sí, estuvo de acuerdo
ella, ahora entonces alejado del sexo parlante, convino el dedo del pie en
introducirse sin fijaciones ni reflexiones moralistas en el backdoor, siendo tan
grande la emoción de ambos comenzaron a llorar, ella una negra-changa-puta y el
un cerdo-rosado, se elevaban erectos como un hongo, Pero entonce él junto con su
mano todos los hongos de su miembro, imaginó él, que eran ya una flora
indistinguible y los embarro ahí, en el heaven de su amante, Ella los giraba en el
sentido de las manecillas del reloj para luego darle fuertes estrujazos que
aumentaban la erección del hombre, Y entonces sucedió, quiso ponerle fin a tan
grotesco relato, Él, interrumpió ella, bajo la mano y la humedeció con la
mestruación de ella y se lamió la mano mientras torrentes de espermas de tamaño
de lombrices inundaron la habitación completa. Entonces se miraron uno al otro,
ellos, los narradores, no el cerdo y la negra, y acordaron que era un buen juego
aquello. Entonces se vieron con la calma de dos angeles, Eres un ángel declaro él, Y
vos una arcangel finalizó ella.

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