buscando la última palabra. en alguna puerta que se refiera al nombre de mujer que lleves. y que importan ya, si por el cielo azul y de alabastro corren y se arrastran los pájaros infotografíables. estoy buscando el cofre perdido de lo que alguien me prometió que se llamaba felicidad. y es que, cuando todas las llaves empiezan a sonar como muerte y las horas a susurros, quizá debamos preocuparnos, de que nos jodieron el mes de abril. escribiendo a ciegas. pensando en ti. contando segundo a segundo lo que se tarda un cocaínomano en dejar la euforia. en buscando dar ese golpe a la quijada de un gran dios falso.
prólogo o epílogo
el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.