31.12.23

Una visita inesperada

Boby se presentó en la mañana siguiente con la cabeza llena de bruma y la repetición incesante de las lineas de la carretera. Se le marcaban una tras otra, amarillas y blancas, esperandolo como cocodrilos gigantescos debajo de un pantano. Saludo a todos como si nada hubiera pasado y se ajustó la corbata, calándose un poco el saco del traje. Estaba en su mejor momento. Nada podía detenerlo. Tenía recién cumplidos los cuarenta años y había sido uno de los funcionarios más jóvenes en ascender.

Intento escribir en su ordenador. Poco a poco, se le fueron cambiando las teclas y los teclados de lugar, para dar inicio a todo un festival de errores y mala ortografía. Era como si, de buenas a primeras, un duende de la mala caligrafía, llegara con ínfulas de todólogo, a querer pintarrajear todo intentara escribir. ¿Cómo se deja atrás la nueva y recién profesión de enterrador profesional?

prólogo o epílogo

el lector se encontrará en este blog toda una serie de fallas estructurales y gramaticales; de forma y contenido, de orden y cronología. el autor, en un intento muy frustrado de hacerse pasar por novedoso o chiflado, se ha visto acosado constantemente por seres imaginarios que se colgaron alevosamente entre cada una de sus neuronas, como jumanjis en plena selva, como fukús de barcos que llegaran naúfragos en tazas gigantescas de café.